Zonas erógenas de la mujer: “El Cuerpo que no Conocemos”
Para llegar al placer sexual ideal el primer paso es familiarizarse con tu cuerpo, tratando de encontrar las zonas erógenas que sirvan como puntos clave desde el juego previo hasta el clímax
La improvisación no es mala a fines de lograr el objetivo, pero ciertos “estudios” experimentales pueden ayudarla a disfrutar mas del momento. El placer es enemigo de la rutina, anímese a explorarlo sin inhibiciones.
El cuello, es sin dudas, una de las zonas mas erógenas y desconocidas del cuerpo. En su parte posterior, más precisamente detrás de la oreja, se encuentra un punto que causa placenteras sensaciones, con sólo rozarlo en la superficie.
La impresión aumenta con la ayuda de besos suaves y una respiración progresiva en aumento, cada vez más profunda.
Los senos, son una zona erógena obvia pero es más excitante cuando no se dirige directamente a los pezones. Comenzar con roces circulares alrededor, antes de posar las manos sobre ellos suavemente.
Otra zona sensible a ciertas estimulaciones sensuales, es la de las costillas, pero no en su totalidad, sino en la parte mas cercana a los senos.
La manera de estimular esa zona es ejerciendo una presión suave y recorriendo de manera ascendente hasta las cercanías de los pechos, usando los dedos, la lengua o algún elemento liviano y sensual como la hoja de una pluma o cualquiera que pueda imaginar. La inventiva es un buen estimulante sexual.
El ombligo es una zona caliente, a muchas mujeres les produce cierto cosquilleo en un principio, pero con la aplicación de ciertos elementos erotizantes como una cereza -o cualquier fruta que imagine- se transformará en un punto fundamental del recorrido sexual.
En plena exploración, no olvide pasar por los muslos. En su parte interior se puede encontrar un mundo de sensaciones independientes de la zona genital.
En plena exploración, no olvide pasar por los muslos. En su parte interior se puede encontrar un mundo de sensaciones independientes de la zona genital.
La parte interior de las piernas puede ser estimulada a través de aceites y lociones aromáticas, y masajeada suavemente, produciendo una excitación increíble.
La parte posterior de las rodillas es otra zona secreta del “cuerpo que no exploramos” en donde muchas mujeres se aplican perfume para atraer la atención de su pareja, incitándola a besarla o acariciarla suavemente, como inicio del recorrido hacia los muslos.
La muestra mas clara de que el cuerpo es una zona erógena en su conjunto es la punta de los pies. Si se mantiene una cuidada higiene de la zona, un buen masaje puede ser fundamental para terminar de relajarse y predisponerse a la plenitud sexual.
No obstante, no existen formulas científicas para encontrar ese punto de sexualidad ideal, cada mujer siente y vive diferente y, por ende, encuentra la excitación en diferentes formas.
Lo que sí se puede asegurar, es que la imaginación es la herramienta de creación erótica más importante y no hay nada más placentero que explorar las sensaciones del “Cuerpo que no Conocemos”.
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