Técnica totalmente seria y profesional.
Tanto el paciente como el terapeuta realizan el masaje tántrico sin ropa para conseguir la activación de energía al máximo.
La técnica que nosotros utilizamos en nuestro centro de terapias se basa en un MASAJE RITUAL de unos 3000 años de antigüedad procedente del Tantra Rojo. Es una poderosa técnica de sanación, no solo sexual sino que sus efectos abarcan grandes beneficios para tu cuerpo y tu mente (energía física más energía mental produce energía sexual). Una técnica ortodoxa en el sentido de que va directa a tratar y activar sin rodeos la energía sexual del paciente desde la primera sesión, movilizándola por los principales canales y centros energéticos del cuerpo y liberando bloqueos emocionales, apatías, tristeza, neurosis. Regenerándote físicamente, sintiéndote mas vivo, más receptivo, más sensual. Activando las hormonas del bienestar y mucho más…
En la sesión, aunque no sea la finalidad, el paciente puede experimentar varios tipos de orgasmos diferentes a los conocidos: oleadas de placer, orgasmos de cuerpo entero, estados de dicha, orgasmos inyaculatorios en el caso del hombre y un abanico de sensaciones y emociones profundas.
El terapeuta o la terapeuta aprovechan durante el masaje esas liberaciones de energía para llevarla a todas las partes de tu cuerpo y a las zonas donde, por la observación del terapeuta puede haber bloqueos o falta de energía, equilibrando de ese modo tú ser y reconectándote a la bella energía de la tierra y del cosmos.
Durante el masaje vas a sentirte adorado, exaltado por la energía de los terapeutas y su dedicación a ti ya que durante la terapia, para el terapeuta solo existes tú, un ser divino con disfraz de humano que merece toda la atención y cuidados. Si colaboras con el terapeuta siguiendo las respiraciones que te indique, estando presente en tu cuerpo y rindiéndote ante las sensaciones que se produzcan en tu cuerpo y en tu mente, la sesión será un éxito y probablemente un cambio en tu vida y en tu forma de ver el mundo.
Es importante que el hombre no eyacule en ningún momento de la sesión de masaje ya que se perdería el 90 por ciento del efecto transformador y energizante de la sesión. Tampoco se permite tocar al profesional tántrico, primero por respeto, porque desviaría su concentración en lo que está moviendo en ti y porque tú mismo dispersarías la energía que se está acumulando en tu cuerpo, tan valiosa para la fase final de la sesión donde se te lleva a experiencias corporales profundas.