lunes, 31 de octubre de 2011

PUNTO "K" DE LA MUJER


El punto G es muy popular, sabemos que todas las mujeres lo tienen y los hombres también, en diferente lugar, claro está. Pero resulta que hay otra letra erótica en nuestro alfabeto sexual: la “K”.

El término punto K fue acuñado por la terapeuta sexual Barbara Keesling en su libro Súper orgasmo Sexual. Esta zona erógena se encuentra en la unión de la vagina con el útero, un punto inaccesible durante el coito vaginal; sin embargo, si es bien estimulada pude provocar orgasmos ultra intensos.




Un orgasmo en esta zona se logra estimulando el músculo pubococcígeno o músuclo PC que se extiende desde el pubis hasta el coxis. Ejercitar este músculo le da tonicidad al perineo y eleva el útero.

Detectar este músculo es sencillo, lo puedes hacer con el simple ejercicio de interrumpir la orina, ya que este músculo interviene en la micción. Una vez que ya sabes dónde está, seas hombre o mujer, puedes empezar a ejercitarlo donde te encuentres sin que nadie lo note.

Estos ejercicios te permitirán mientras tengas sexo ejercitar este músculo abriendo y cerrando el PC, y presionando los músculos uterinos durante la penetración. Como te repito, necesitas aprender a ejercitar el PC, ya que no reacciona como un reflejo espontáneo.

Si te animas a practicarlo, comparte con nosotros si en verdad funciona o es solo una invención más para vender más libros de sexo.

sábado, 29 de octubre de 2011

El "Punto U" y el orgasmo


El "Punto U" y el orgasmo

punto_U.jpg
¿Quieres tener un orgasmo oral? Guía para llegarlo utilizando la técnica de exploración del “Punto U”

Para llegar a este tipo de orgasmo se requiere de la exploración oral del Punto “U” que es el área justo debajo del clítoris y encima de la apertura vaginal, por donde se expulsa la orina. Este triángulo conforma los puntos excitantes del orgasmo. La idea es sostener y repetir es que cuando sientas que estás apunto de llegar te retires. Todo es cuestión de manejar el tiempo y cambiar de posturas.


Técnica: 
Según Kim Cattrall (Samantha en Sex and the City) es más seguro de conseguir en pareja. Y lo explica en su libro “Satisfaction, the art of the Female Orgasm.” Según Cattrall “la primera vez, muchas mujeres vuelan hasta el clímax en boca del hombre hasta no poder seguir más. Después de una cierta experiencia con este tipo de relación la mayoría de mujeres encuentran que se pueden venir repetidamente si el hombre aligera la presión de su lengua cuando ella culmina y después sigue lenta y suavemente por un rato, evitando el contacto directo con el clítoris. El hombre en ese momento debe seguir con su lengua como si dibujara círculos alrededor del clítoris, pero sin tocarlo. Si pueden, sería mejor que se miraran a los ojos ( en esta posición: él con cara entre las piernas de ella), para demostrarse que están realmente allí, el uno para el otro, mientras él sigue lamiendo los labios vaginales y hace como si los aspirara, para luego dejar los labios de la vagina alrededor del clítoris. Lentamente, y llenándose la boca de lubricación, vuelve suavemente a dibujar círculos lentos con su lengua, apenas tocando el clítoris, para luego ir aumentando paulatinamente el contacto hasta que la mujer esté lista para más”.


Lleva el control: A penas sientas que estás alcanzando el clímax hazlo cambiar de movimientos: necesitas estar relajada, así que respira profundo desde el estómago. Durante el sexo oral, hazlo que presione constantemente tu punto “U” usando su labio inferior. 

Es excitante porque:
 Tu controlas la intensidad de tu orgasmo, además, cuando haces esto el clímax es más prolongado y placentero. 

Variación: Si decides envolver con tu vagina su pene (o, en términos masculinos, dejarte penetrar) cambia de posición para estar encima, lo que te da el control de cuanta fricción deseas o necesitas. O sea, luego del sexo oral, trépate encima de él, inclinándote hacia delante con tus piernas bien abiertas para experimentar el punto “U”, y obtener mayor contacto de la parte superior de la vagina con la base del pene.
 

Tip: 
Para tener más control sobre tu pareja, quítate la ropa antes que él y como si fuera un descuido, déjale los jeans puestos o, por lo menos los boxers, así te darás cuenta de sus movimientos torpes en busca del pene o del condón. Limita la apertura de sus piernas, para ponerte encima en postura sentada arrodillada, guiando los golpes y envolviendo tus piernas de manera ajustada alrededor de él, acercándote y metiéndote dentro de él.


fuente: revistafucsia

miércoles, 26 de octubre de 2011

PUNTO "A" DE LA MUJER


Orgasmos femeninos a traves del Punto A: el segundo Punto G de la mujer


-Introducción-

El punto A fue descubierto en 1993 por el doctor malayo Chee Ann Chua. Es también conocido como segundo punto Gzona erogena del fornix anterior (AFE zone en ingles) o punto profundo. Algunos han definido a esta zona como la prostata degenerada femenina por analogía con la próstata masculina, la cual también sirve como intensificador del orgasmo a través del punto P (es solo un nombre: las mujeres no tienen próstata).

-Localización del punto A-

El fornix vaginal es la parte vaginal superior, o mas profunda, en la que aparece el cuello uterino. Véase el cuello uterino en la siguiente imagen.

cuello uterino
La pared anterior del fornix es la que encuentra mirando hacia el ombligo (la pared posterior mira hacia la espalda). Alli, en la pared anterior del fornix, se ubica el punto A: una zona de unos 3 centimetros de largo que presenta una textura suave.


Se diferencia del punto G en que este ultimo tiene una textura rugosa y esta situado a menor profundidad.


el Punto A-Efectos-

Según Chee Ann Chua, la correcta estimulacion de este punto puede producir la lubricacion vaginal en 5-10 segundos y el orgasmo femenino en 1-2 minutos. En general, se trata de una zona que dispara ciertos mecanismos reflejos de la vagina: facilita la lubricacion y potencia la sensibilidad erótica femenina. La mujer puede llegar al clímax a través de la estimulacion directa de dicho punto, disfrutando de un orgasmo intenso con fuertes contracciones. También puede provocar la salida profusa de líquido -la llamada eyaculación femenina- y la respuesta multiorgasmica, ya que este punto no sufre, como le ocurre al clítoris, hipersensibilidad postorgasmica.


-Cómo estimular el Punto A-

1.- Introducir el dedo indice en la vagina de la mujer hasta identificar al tacto el punto A. Ella debe estar en cuclillas o sentada con la espalda apoyada en algún sitio y las piernas dobladas hacia su pecho.
2.- Con el dedo indice, acariciar o frotar suavemente la pared vaginal anterior (la que mira hacia el ombligo), en su zona mas profunda (mitad superior de la vagina, hacia dentro).
3.- Tan pronto como ella empiece a lubricar, retirar un poco el dedo para poder acariciar también la zona esponjosa que se encuentra en la mitad inferior de la pared vaginal anterior. En esta fase, hay que introducir repetidamente el dedo frotando la pared vaginal anterior en toda su longitud: desde el punto G hasta el punto A.
Para obtener resultados, este método debe ser practicado diariamente durante al menos una semana, con sesiones de entre 5 y 10 minutos hasta un máximo de 15 minutos. Según un estudio sobre esta técnica, un 15 % de las mujeres tuvieron un orgasmo en la primera sesión y un 65 % notaron mejorías en su lubricacion. Se trata, pues, de un método que requiere practica y paciencia.


-Variaciones-

Se pueden emplear también las siguientes posturas durante la masturbacion:
* La mujer boca abajo y su pareja detrás de ella. De esta forma los dedos tendrán mayor movilidad en la parte superior de la vagina.
* La mujer a gatas y su pareja detrás de ella. Tiene la misma ventaja que la primera postura y permite una mayor profundidad.
* La mujer sentada en el borde de la cama y la pareja arrodillada delante de ella.
También se puede llevar a cabo la estimulacion manual introduciendo tres dedos arqueados (indice, anular y corazón), en forma de C o de gancho.
Para estimular esta zona con el pene durante el coito se necesita llevar a cabo una penetración profunda. Se recomienda, pues, la postura que llaman el gancho.Orgasmos femeninos a traves del Punto A-Juguetes sexuales-

Los vibradores diseñados para estimular el punto A se distinguen del resto por su longitud, algo mayor que la de los consoladores normales. Son conocidos en el mundo anglosajon comoAFE vibrators o AFE zone vibrators.AFE zone vibratorsAFE vibrators

lunes, 24 de octubre de 2011

PUNTO "G" DE LA MUJER

¿Tienes localizado tu punto G?

Pero es posible que hayas intentado encontrarlo sin éxito y te hayas preguntado qué pasa contigo que no lo localizas. ¿Es que no lo tienes?, ¿eres muy torpe al buscarlo?... Quizás, ¿no existe?

El punto “G” debe su nombre al patronímico del ginecólogo que lo describió en 1950: Ernst Gräfenberg. Según este autor, las mujeres tienen en la cara anterior de su vagina, a unos cuatro o cinco centímetros de la entrada, una rugosidad abultada del tamaño de una moneda de cinco centavos, bien delimitada, que adecuadamente estimulada podía llevarlas al orgasmo vaginal.

Además, ocasionaría la eyaculación de un líquido diferente de la orina a través del meato urinario. Desde entonces, numerosas mujeres buscan el famoso y huidizo punto “G” o piden a sus hombres que se lo encuentren para no dejar de tener esos esquivos orgasmos vaginales.

Controversia sobre su existencia

Existe una notable controversia sobre la existencia del punto “G”. Los estudios anatómicos realizados seriamente sobre vaginas vivas y muertas no han sido capaces de encontrar ninguna estructura que pueda identificarse con él. Cosa que no puede extrañar demasiado porque las paredes vaginales están cubiertas en toda su superficie por numerosas rugosidades. Y resaltar un repliegue específico entre tantos no es tarea fácil.

Por otra parte, es extraño que una estructura anatómica real esté presente en unas mujeres sí y en otras no. Es como si tener dos ojos en la cara fuera algo que no se diera en un número importante de mujeres.

Sin embargo, esa experiencia científica inequívoca de ausencia de estructura anatómica vaginal identificable con el punto G contrasta con la afirmación del 10% al 20% de las mujeres que aseguran tocar algo ahí dentro que es especialmente sensible a los estímulos eróticos e identifican con el famoso punto.

Los investigadores niegan su existencia y algunas mujeres afirman lo contrario. Tiene que haber alguna forma de conciliar ambos testimonios. Alguna explicación.

Sensibilidad importante

Lo que sí es cierto es que casi todas las mujeres (94%) comunican que la pared anterior de la vagina tiene una sensibilidad voluptuosa muy importante; bastante más que la pared posterior. Y, de ellas, la mayoría afirma que consiguen excitarse sexualmente mucho, autoestimulando esa zona; llegando a situarse a veces muy próximas al orgasmo.

Tales experiencias permitirían aceptar hablar del punto G como una evocación vicaria de la sensibilidad erógenavaginal, aunque carezca de naturaleza anatómica propia. Pero no explica que las mujeres insistan en que, además de lo dicho, ellas encuentran una zona abultada más concreta de esa pared vaginal anterior, cuando ya están excitadas, que identifican con el célebre punto.

Mayor facilidad cuando están sexualmente excitadas 

¿Pero qué es lo que tocan esas mujeres? Probablemente el tejido esponjoso que rodea a la uretra, cuando entra en erección durante el proceso de excitación sexual, como el tejido esponjoso del clítoris y el que rodea a la entrada de la vagina.


La proximidad de la pared anterior de la vagina y de la uretra facilitaría esa “palpación” transvaginal y explicaría definitivamente el sustrato físico del fantasmal punto G. Lo que las mujeres tocan realmente en sus vaginas es el abultamiento que ocasiona en la cara anterior de la misma el tejido esponjoso uretral hinchado; por eso lo tocan con mayor facilidad cuando están sexualmente excitadas que cuando se hacen una exploración vaginal “en frío”.

En esta última situación, ningún tejido eréctil se encuentra congestionado y por eso no resulta palpable. Y que su estímulo las excite más y las lleve incluso al borde del orgasmo no es más que fruto de la sensibilidad erótica que tiene toda la pared anterior de la vagina. Así quedaría resuelta la polémica suscitada entorno al famoso y fantasmal punto G.

¿Quieres intentar localizártelo tú misma?

Lo mejor es que te acuestes en la cama boca arriba. Aunque también puedes hacerlo sentada en el excusado o en el bidet. Y nada de estar relajada... Ya se ha dicho que el punto G es realmente el tejido esponjoso que rodea a la uretra hinchado por la excitación sexual...

Luego lo que tienes que conseguir es excitarte sexualmente cuanto más mejor. Y para eso utiliza lo que mejor te parezca: una película porno, un relato erótico, una fantasía excitante..., o mastúrbate directamente.

Cuando ya estés muy, muy excitada, introduce tu dedo medio en la vagina. No encontrarás muchos problemas a eso porque tu propia humedad lo facilitará. Introdúcelo en toda su longitud... y cuando el nacimiento del dedo en la mano se tope con el borde de la vagina ya habrás localizado en el camino, con el borde del dedo, un abultamiento destacable en la cara anterior de la vagina. Eso es el tejido esponjoso que rodea a la uretra hinchado por la excitación sexual... o, si lo prefieres: tu punto G.

Si lo masajeas en pequeños círculos o haciendo avanzar y retroceder el borde del dedo sobre él, notarás que tu excitación sexual aumentará y, quizás, que el citado punto también crecerá algo más de tamaño.

Puedes seguir estimulando si quieres y, posiblemente, te coloques al borde del orgasmo o lo consigas plenamente. No olvides que situando la mano sobre la vulva para introducir el dedo medio es difícil evitar que el clítoris reciba también su estímulo. Por eso no te extrañes que consigas llegar al orgasmo. Pero tampoco te extrañes de necesitar estimular el clítoris de un modo más directo, con la otra mano, por ejemplo. No tardarás en llegar al orgasmo. Y podrás decir que lo lograste estimulando tu “punto G”.

Advertencias

Pero, ¡ojo! Algo más del 80% de las mujeres que consiguen orgasmos estimulando el citado punto, afirman que suelen ir acompañados de la expulsión a presión de un líquido que no saben decir si procede de la uretra o de la vagina. Se trata de la eyaculación femenina.

Si no estás prevenida puedes creer que te has orinado. O peor aún: si tu eyaculación es muy abundante puedes mojar las sábanas de un modo que te resulte vergonzoso.

No te extrañes tampoco si tienes una sensación próxima a la necesidad de orinar cuando estimulas esa zona. Recuerda que estás tocando la uretra a través de la pared anterior de la vagina, por lo que parece razonable que desencadenes esa sensación. Si temes orinarte, ve al baño antes de iniciar tu sesión exploratoria.

jueves, 20 de octubre de 2011

PUNTO "C" O CLITORIS

Imagen de los genitales femeninos.

El clítoris es el órgano eréctil que se encuentra en la parte superior de la vulva de la mujer. Etimológicamente clítoris en latín significa llave.


Anatomía

Está unido a los labios menores y recubierto parcialmente por éstos. De hecho, habitualmente son sólo visibles el capuchón y el glande del clítoris, que se hallan en la parte superior de los labios menores, y que forman apenas una décima parte del volumen total del clítoris.

Cuando las células de la cara interna del prepucio del clítoris se descaman y hacen la degeneración grasa que les caracteriza, forman el esmegma, como en el caso masculino. La higiene habitual impide que éste se acumule. Si lo hiciera, produciría irritaciones y adherencias, como sucede, de hecho, en los casos de fimosis del clítoris.

En él se concentran los nervios que producen placer sexual en la mujer. Este órgano no tiene otra función conocida hasta el momento que la de causar placer de tipo sexual a la mujer, por lo que en algunas sociedades del continente africano se practica la mutilación sexual de las mujeres: laablación de clítoris consiste en su mutilación antes de que las jóvenes lleguen a la menarquia para tratar de impedir que conozcan el placer sexual.


Tamaño

El clítoris en toda su longitud puede llegar a tener un tamaño de 10 a 13 mm, mientras que el glande clitoriano mide entre 3 y 4 mm de ancho y 4 y 5 mm de largo (en estado de reposo) mientras en erección puede alcanzar los 1 a 1,5 cm de longitud en la mujer promedio. La parte visible del clítoris es el glande y es extremadamente sensible a la estimulación directa en la mayoría de mujeres, prefiriendo la estimulación indirecta a través del prepucio o capuchón clitoriano, el glande constituye sólo la octava parte de todo el clítoris.

Desarrollo

En el desarrollo embrionario, hay una fase en que ambos sexos son indistinguibles. El desarrollo del clítoris y los órganos sexuales externos de la mujer comienzan a partir de la 7ª semana de la vida embrionaria. El clítoris se desarrollará a partir del tubérculo genital análogo al glande del hombre.

En fases muy tempranas, el clítoris realmente parece un pequeño pene, pero, gracias a la acción de las hormonas maternas, adquiere su localización —anterior a la uretra— y tamaño, más pequeño que en el varón.

Estimulación

Vista de un clítoris

La estimulación del clítoris se puede hacer de manera directa o indirecta. La mayoría de las mujeres se masturban estimulando la zona del clítoris, cuidando que se mantenga lubricado.1

Ablación del clítoris
Véase también: Infibulación

En algunas culturas africanas se practica la infibulación o la ablación (mutilación total o parcial) del clítoris a una edad muy temprana, para evitar que las mujeres conozcan el placer sexual y el orgasmo. Esta práctica es considerada, en esas culturas, parte de un rito de iniciación a la pubertad que se supone protege la virginidad de las mujeres y asegura que vivirán en castidad hasta el matrimonio. Pero, para otras sociedades, creencias o culturas se trata de una forma de discriminación hacia la sexualidad de la mujer.
[editar]Historia de su estudio científico

El término clítoris procede del griego antiguo κλειτορίς (kleitorís), que fue reintroducido sin cambios en el Renacimiento. El primer médico antiguo en haberlo descrito y nombrado fue Rufo de Éfeso (siglos I-II d. C.). Este autor señala que en griego existía un verbo derivado, κλειτοριάζω (kleitoriázō), que significaba "acariciar(se) el clítoris para producir placer".2

La literatura médica moderna menciona por primera vez la existencia del clítoris hacia el siglo XVI, aunque hay disputas sobre el momento exacto. Renaldo Columbus (también conocido como Mateo Realdo Colombo) fue un profesor de cirugía en la Universidad de Padua, en Italia, y publicó en1559 un libro, llamado De re anatomica, en el que describió "la sede del placer femenino". Columbus concluyó que «como nadie ha descubierto estos detalles y su propósito, si se permite que le dé nombres a cosas que descubro, debería ser llamado "el amor o dulzura de Venus"».

La aseveración de Columbus fue rechazada por su sucesor en la universidad, Gabriele Falloppio (quien describió por primera vez las trompas de Falopio, también denominadas tubas uterinas), que se adjudicó el ser el primero en describrir el clítoris. En el siglo XVII, el anatomista holandés Caspar Bartholin (véase glándulas de Bartolino) rechazó ambas pretensiones, diciendo que el clítoris ya era ampliamente conocido por la ciencia médica desde el siglo II.

Durante la época victoriana del siglo XIX, las mujeres que padecían de problemas uterinos, hormonales o emocionales eran diagnosticadas con una supuesta enfermedad llamada histeria femenina, la cual no tenía remedio y solo podía ser aminorada por medio de masajes de clítoris (equivalentes a lo que hoy en día reconocemos como masturbación).3 Los médicos manipulaban la vulva de la "paciente" hasta que esta alcanzaba el orgasmo, momento en que se aplacaban los síntomas de su mal. La lista de síntomas asociados con este mal era tan larga que llegó un momento en que el número de casos se convirtió en una epidemia; casi cualquier dolencia leve podía servir para diagnosticar histeria.4 Cabe notar que muchos de esos síntomas —por ejemplo la pesadez abdominal, la "lubricación vaginal excesiva" y la conducta lujuriosa— serían reconocidos hoy en día como indicios de frustración sexual.

El famoso ginecólogo William Masters y la trabajadora social Virginia Johnson (conocidos popularmente por sus dos apellidos juntos: Masters y Johnson) son considerados pioneros del estudio de la respuesta sexual humana; ambos efectuaron extensos estudios sobre el clítoris.

En los años 1970 la palabra clítoris era considerada ofensiva en los medios de comunicación estadounidenses, pero en los últimos años ha desaparecido de la lista de palabras tabú.

Se cree que el primero que usó la palabra clítoris en la televisión fue el doctor Rich O'Brien, un colega de Harvard de Garabedian, durante el programa conducido por la doctora Ruth Westheimer.

Clítoris

martes, 18 de octubre de 2011

El Masaje del Yoni


El Masaje del Yoni

    El Tantra posee una práctica muy hermosa que es el masaje de los órganos sexuales tanto femeninos como masculinos.
    El yoni es el nombre sánscrito de la vagina y significa Templo Sagrado, por lo que es notable como esta concepción resulta mucho más respetuosa y poética que la de Occidente. 
    El masaje del yoni -que es del que se hablará en esta oportunidad- pretende que la mujer se relaje antes de la unión sexual, que pueda disfrutar del deseo verdaderamente para que se despierten todos su sentidos. Este masaje es muy recomendado pues crea entre la pareja todo un vínculo de intimidad y confianza que hará que la cópula sea más natural. Incluso se recomienda cuando la mujer posee traumas o prejuicios que le limitan sus capacidades sexuales de sentir placer. Por su parte, el hombre experimentará placer al observar las reacciones de pasión de su compañera.




    Ahora bien, el masaje del yoni no pretende provocar el orgasmo. A veces este puede sobrevenir, pero la búsqueda es provocar placer al yoni, y que la mujer pueda disfrutar sin pensar en que debe alcanzar un objetivo.
    Esta práctica tántrica ayuda a que se liberen muchas tensiones, a que la mujer se adueñe de su cuerpo y a que el hombre la respete. Él estará observando y ese será su único motivo de satisfacción pues no hay retribución, así él estará pendiente únicamente del placer de su compañera y olvidará su propio deseo, por lo que la práctica rompe con el egoísmo que muchas veces afecta la hombre occidental.
    En el Tantra, es importante no olvidar que la mayoría de las actividades sexuales son interpretadas y entendidas como rituales, y como cualquier ritual deben llevar su preparación. La preparación del masaje del yoni incluye un delicioso baño para ambos, un espacio íntimo y callado ambientado con música, candelas, incienso, almohadones, aromas, y mucho tiempo. Además, antes que cualquier actividad sexual se recomienda ir al baño. para tener el estómago vacío y ser más liviano.
    El contacto de la pareja se inicia con abrazos, cariños sensuales, intercambio de largas miradas, un reconocimiento del cuerpo de ambos, para provocar un sentimiento de seguridad y por lo tanto la desinhibición de ambos.
    Después de esta preparación, la mujer debe acostarse sobre su espalda y apoyar la cabeza sobre almohadones para que pueda mantener contacto visula con su compañero y observar sus genitales. Bajo su cadera, también debe haber un cojín. Sus piernas deben estar totalmente separadas y levemente dobladas, para que los genitales estén bien expuestos y el masaje pueda darse con facilidad.
    Por su parte, el hombre deberá sentarse entre las piernas de la mujer, con sus piernas cruzadas o -si se puede- en posición de loto. Antes de iniciar el masaje se debe hacer una sesión de respiración profunda, lo que generará mayor disposición de ambos. La respiración no debe olvidarse, ni siquiera en los momentos de mayor placer. Cuando ella se olvide de hacerlo, su compañero debe recordarselo suave y sutilmente.
    El masaje no debe comenzar de primera entrada, sino que primero se deben acariciar otras partes del cuerpo como las piernas, las ingles, los pechos, el estómago, e irse acercando poco a poco al Templo Sagrado, para que ella se vaya acostumbrando a la idea de ser acariciada y vaya asimilando el placer que irá en aumento paulatinamente.



Después, se aplicará un aceite o lubricante especial para el acto sexual en el montículo del yoni conocido como Monte de Venus. Así, el aceite cubrirá toda la parte externa del yoni, y alcanzará los labios mayores, lo que potenciará las sensaciones de la mujer y calentará la zona.
    Ahora sí se procede al masaje, el cual debe iniciar en la zona del Monte de Venus y los labios mayores. el masaje debe ser lento y suave, no hay que apurarse ni provocar fuerte presión, hay que recordar que lo más importante es el placer que se irá sintiendo, poco a poco.




    Luego, con el dedo índice y el pulgar, el hombre debe sostener delicadamente el labio mayor o exterior y apretar, mientras se desliza a lo largo de ambos labios. Con calma, se procede de la misma forma con los labios menores, y se toma el tiempo que se desee.
    Mientras sucede esto, la mujer puede acariciar sus propios pechos o simplemente puede disfrutar de lo que está ocurriendo sin olvidarse de respirar profundamente. Es importante que se intercambien miradas lo más posible, y que conversen poco, pero sensualmente. Ella incluso puede indicarle a él, como le gusta que la acaricie y como se siente mejor.
    Seguidamente, y con delicadeza se acaricia el clítoris de forma circular y siguiendo las agujas del reloj, luego en el otro sentido. Con el índice y el pulgar se presiona el clítoris suavemente. ante este estímulo la mujer se exitará bastante, por lo que hay que tranquilizarla y hacer que recuerde respirar profundamente.
    A continuación, y con mucho cuidado, se introduce el dedo del centro de la mano derecha en el yoni. El uso de la mano derecha es importante, pues así se cuida la polaridad enérgica que indica el Tantra. Con este dedo se explora el interior del yoni, cambiando de velocidad, de presión y de dirección. La palma de la mano debe estar direccionada y presionando un poco hacia arriba, mover el dedo que está adentro hacia la palma; esto alcanzará el punto G (punto sagrado), y la mujer sentirá gran placer. También puede introducirse el dedo anular y seguir con el masaje, mientras con el pulgar se estimula suavemente el clítoris, esto provocará gran satisfacción.
    Si la mujer está dispuesta se puede ir al siguiente nivel, e introducir el dedo meñique de la mano derecha en el ano con ayuda del lubricante. Eso sí, una vez que esto se ha hecho eeste dedo no debe introducirse en la vagina. Según el Tantra, esta postura equivale a sostener los misterios del universo en la mano. 
    La mano izquierda puede ayudar a estimular el clítoris o los pechos de la mujer. No se recomienda que el hombre se toque a sí mismo, pues perderá la concentración. Es importante mantener el ritmo de la respiración (tanto él como ella), verse constantemente a los ojos, y tener pacencia para disfrutar totalmente del momento.
    Si en estos momentos, la mujer suelta el llanto no hay que preocuparse. es totalmente normal, pues sus emociones están siendo alteradas, y un efecto lógico de la tranquilidad, o el granplacer que siente pueden ser las lágrimas. Eso sí, es importante asegurarse de que lo está disfrutando, pues sólo así el masaje cumplirá su objetivo.
    También es posible, que ella tenga uno o varios orgasmos. En tal caso, se requiere que ella recupere el ritmo de la respiración, pero se puede continuar con el masaje si ella lo desea. Muchas mujeres desarrollan la capacidad multiorgásmica gracias a las prácticas tántricas.
    Una vez que ella ya no desea más masaje, el hombre debe detenerse suavemente, y respetuosamente retirar su mano del yoni. Ahora es momento para disfrutar de las reminiscencias del masaje. Pueden abrazarse y descansar muy cerca. Esto unirá mucho a la pareja.

domingo, 16 de octubre de 2011

Autoexplora tus mamas


Autoexplora tus mamas



 3
Autoexploración de mamas¿A qué esperas?. No tengas miedo, es algo natural que deben hacer todas las mujeres de cualquier edad: autoexplorarse sus senos, una vez al mes. Si empiezas a hacerlo con regularidad te familiarizarás con su tacto, su aspecto, y te será más fácil con el tiempo reconocer cualquier pequeña variación. Es normal reconocerse nódulos o bultos, que en su mayoría son benignos, pero conviene tenerlos identificados, aunque no requieran tratamiento.
Si revisamos el aire de los neumáticos, el cierre de las puertas, el gas, ¿cómo olvidarnos de chequear los pechos?. Los ensalzamos con lencería bonita, ¿por qué no protegerlos por dentro también?. Búscate un momento de tranquilidad la semana posterior al periodo y regálate un instante de autocuidado y prevención.
Sigue estas pautas y con la práctica acabarás por convertirlo en una rutina más.
Comencemos por la exploración frente al espejo:
-Colócate delante con los brazos caídos. Comprueba si tus mamas tienen el tamaño y forma de siempre, si la piel es lisa, sin arrugas ni asperezas y si el borde inferior está bien perfilado.
-Levanta los brazos hasta la vertical. Observa si hay alguna diferencia entre uno y otro pecho o axilas.
-Baja los brazos y une las manos a la altura del cuello haciendo fuerza hacia fuera. De esta manera los músculos del tórax se tensan, haciendo más visible cualquier anomalía.
-Gira el cuerpo, con los brazos en alto, y valora si el perfil es el de siempre.Autoexploración mamas tumbada
-Acercarte un poco más al espejo y mira cuidadosamente los pezones y areolas. Examina si el pezón ha cambiado de tamaño, si tiene costras o llagas, si salelíquido de él. A continuación fíjate en las areolas: tamaño, color y forma.
Ahora sigamos la exploración en la cama. Imagina que el seno está dividido en cuatro partes o cuadrantes, cuyo centro es el pezón. Sitúa una mano bajo la cabeza, y con la otra (dedos estirados) ves presionando lentamente el pecho, de ese mismo lado, hacia las costillas en sentido circular. Realiza la misma maniobra en la zona areolar. Igualmente explora tus axilas con las yemas de los dedos. Y no dejes de consultar al médico ante cambios.
La pereza o el temor a encontrar “algo” no puede hacerte posponer y evitar tu autoexploración. Piensa que si lo haces de mes a mes, la detección es más que precoz. Otros órganos internos de tu cuerpo (ovarios) no pueden ser tan fácilmente observados por ti misma. Es una suerte que los pechos sí!

viernes, 14 de octubre de 2011

El movimiento Swinger: Intercambio de parejas


El movimiento Swinger: Intercambio de parejas
Escrito por Alejandra Sarrablo   

intercambio de parejasEl Swinging es el intercambio de parejas con fines sexuales. Esta actividad, toda una revolución sexual en las últimas décadas, da “vía libre” a ambos miembros de la pareja para tener relaciones sexuales con otras personas.
Dentro de las actividades que realizan los swingers se encuentran el observar o ser observados mientras practican sexo y también las relaciones en grupo o con otras parejas. Según el grado de participación, puede optarse por “soft swinging” o “intercambio ligero”(besos, caricias y sexo oral con una tercera o cuarta persona) o el “full swap” o “intercambio completo” (implica coito con alguien distinto a la pareja).

swingersLos Swingers se definen a sí mismos como personas de amplia tolerancia y versatilidad sexual, de manera que eligen libremente cómo disfrutar de su sexualidad, desmarcándose de patrones culturales, tabúes, ideas políticas o religiosas. Se identifican con las preferencias sexuales de la mayoría, pero se sienten diferentes en cuanto a la libertad de poder llevarlas a cabo. Según un estudio realizado a parejas swinger, éstas:
  • Disfrutan y están satisfechas con su relación emocional.
  • Se comprenden mejor a sí mismos y a su pareja.
  • Tienen una comunicación entre ambos más íntima y eficaz.
  • El sexismo es menor en su relación.

¿De dónde viene el movimiento Swinger?

Parece ser que el intercambio de parejas comenzó entre los pilotos de la fuerza aérea y sus esposas durante la Segunda Guerra Mundial. A partir de los años 60 esta práctica se ha extendido en EE. UU. y Europa principalmente, y de ahí a muchos otros países.
movimiento swingerEn España se empieza a conocer en los años setenta, en círculos restringidos, en una lujosa casa de la sierra madrileña donde se organizaban reuniones de pequeños grupos de parejas. Por la misma época, también había actividad swinger en determinados campings, entre clases sociales más modestas. Revistas como la histórica Lib fueron uno de los pocos canales de contacto entre parejas a finales de los setenta y durante la década de los ochenta.
Actualmente los swingers saben dónde encontrarse. Se suelen reunir en locales o clubes nocturnos especializados, o bien en lugares privados a través de anuncios, Internet, convenciones e incluso vacaciones grupales.
Algunas actividades de intercambio están muy bien organizadas. Podemos encontrar por lo menos 400 clubes de intercambio de parejas en EE. UU. y más de 600 en Europa. Para muchas de ellas, el estilo de vida y los clubes tienen dos vertientes: una social y otra sexual. En Europa, los intercambiadores de todo el continente se congregan en julio y agosto en el pueblo nudista de Cap d'Agde, en el sur de Francia, donde existen cerca de 8 clubes de intercambiadores de pareja. En su temporada alta, Cap d'Agde alcanza una población de 30,000 personas.

¿Cuales son las reglas en una reunión de Swingers?

Si te invitan a una fiesta swinger debes conocer las reglas que hay para relacionarse. Se podrían resumir las normas (por orden de mayor a menor importancia) en: respeto, higiene y discreción.
El respeto es muy importante y un “no” quiere decir “no”. Esto significa que el rechazo a una proposición sexual no requiere justificación y debe ser siempre respetada. La violación de esta regla puede llevar a la expulsión inmediata.parejas liberales

Tú y tu pareja

Si tú y tu pareja estáis contemplando la posibilidad del swinging, es importante que tengáis en cuenta ciertos criterios antes de decidiros:
  • Debéis ser libres para decir y respetar un “NO”. Tiene que ser algo pactado y de mutuo acuerdo entre los dos, no puede hacerse para agradar o retener al otro.
  • Dadle el sentido de incentivo o estímulo añadido a la relación, no como solución a un problema sexual o de pareja.
  • Aseguraos de tener un alto grado de confianza y estabilidad mutua.