viernes, 25 de noviembre de 2011

LABIOS MAYORES Y MENORES

 LABIOS MAYORES Y MENORES

Labios mayores. Son dos estructuras que limitan la vulva por fuera. Están recubiertos por piel similar a la del resto del cuerpo y, por tanto, contienen glándulas que segregan sudor y grasa. Luego de la primera regla, se recubren de un vello espeso que varía mucho de mujer a mujer.
Los labios mayores son los que le confieren a la vulva su forma ovalada típica porque en la parte superior, se unen por encima del capuchón del clítoris y en la parte inferior, se unen en el periné o perineo.
Los labios mayores varían de mujer a mujer, en algunas es grueso y cubre por completo los labios menores y el introito de la vagina. En otras mujeres es delgado y casi no hace prominencia, como se ve en la siguiente figura.
Vulva
El periné es una zona fibromuscular localizada entre la vagina y el ano. Está poblada por numerosas terminaciones nerviosas, por lo que algunas mujeres pueden disfrutar las caricias en la zona.
El ano está fuera de la vulva pero; sin embargo, para algunas mujeres, el ano es parte importante de su sexualidad, siendo a veces más sensible que la vulva.
Labios menores. Se localizan dentro de los labios mayores y rodean el introito vaginal. En la mujer que no ha parido, cubren por completo el introito y protegen la entrada de vagina y el orificio de la uretra. Luego de varios partos, los labios se mantienen separados y permiten ver el introito vaginal.
A pesar de estar cubierto por fuera con un tejido que se parece a la piel, carece de vello y glándulas de sudor. En condiciones normales, tiene un color similar al de la piel por fuera y rosado, típico de las mucosas, por dentro.
Labios mayores y menores
El tejido que recubre los labios menores, tiene muchas glándulas productoras de aceite, que unido a la salida de líquidos proveniente de los vasos sanguíneos y del interior de la vagina, le dan la humedad permanente que tienen los labios menores y el resto de la vulva.
Los labios menores constituyen la estructura que más varía de mujer a mujer, pueden ser muy pequeños o muy voluminosos, estar ocultos por los labios mayores o sobresalir hacia afuera.
En ocasiones, unos labios menores grandes molestan tanto, que necesitan una cirugía correctora que se llama “labioplastia” y que se puede ver haciendo clic aquí.
Labios hipertrofiados antes y después de una labioplastia

Los labios menores están hechos de tejido eréctil esponjoso y durante la excitación sexual, la sangre se acumula causando aumento de tamaño y cambios de color. Si la excitación es intensa y prolongada, puede hasta duplicar su tamaño y la coloración cambia de un color rosa a uno rojo vino tinto de intensidad variable.
En la parte superior, los labios menores tienen su punto de encuentro por encima y por debajo del clítoris y tiene la siguiente anatomía.
  • La porción de los labios menores que cubre el clítoris por encima, tiene la forma de una caperuza y se llama “capuchón del clítoris”.
     
  • La porción que se une por debajo del clítoris, se llama “frenillo del clítoris” y es la estructura donde se habría localizado la salida de la uretra, si el clítoris se hubiese desarrollado en un pene durante la vida fetal.
Dependiendo de la forma del capuchón y del tamaño del glande del clítoris hay varios tamaños visibles del mismo, como se aprecia en las tres figuras siguientes..
Clítoris oculto
Algunas mujeres tienen un capuchón tan grande o estrecho que su clítoris siempre está oculto, lo cual puede impedir o limitar la capacidad de lograr un orgasmo. En algunos casos se puede reducir o quitar quirúrgicamente, en una operación que se llama “circuncisión tipo I”, que hay que diferenciar de la que se practica en algunas culturas africanas tipo II o superior, que se considera más como una castración.
Clítoris intermedio
La descamación de las células y la producción de aceite, en la unión de los labios menores con el clítoris, resultan en la formación del esmegma o sebo. Este reduce la fricción entre las dos estructuras y es la razón probable por la cual, muchas mujeres se masturban dando masaje al prepucio, en lugar del contacto directo con el glande del clítoris, que es muy sensible.
Clítoris grande
El esmegma huele a queso blanco, aunque puede tener un olor fuerte que la mujer puede definir como “a pescado”. Debido al espacio restringido entre el clítoris y el capuchón, el esmegma puede acumularse bajo el prepucio en la forma de pequeñas “perlas” o “granos” lo que, en algunas culturas, se conoce con el nombre de “temiga”.



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